viernes, 2 de enero de 2015

Si fuese una pintura...

    
Me gustaría ser de esas abstractas, de esas que todos ven, analizan e intentan interpretar.

De esas que no dicen nada realmente, pero gritan con desmedido realismo  "eso" que solo sabe y solo conoce el observador.

De esas que al verlas, quedas pasmado y enganchado con ganas de más, de ver más y recibir todo lo que la obra al frente te puede ofrecer, te puede regalar.


De esas que a todos convierte en "expertos", de esas que vuelven verborreico hasta al más sumiso, al más fatuo de los seres...

Que desenmascaran necios, imprudentes e ignorantes creyéndose, frente a lo abstracto, grandes genios....

De esas que  transmiten al observador sus propios sueños, realidades, depravaciones o temores. De esas que hacen brotar ideas silenciadas, análisis no admitidos,  momentos de introspección, de luz y  autoconocimiento.

 Que me veo así, guindada en una pared, dentro de una exposición, de un pintor importante o no, famoso  o callejero... que ésto lo de menos es...



Me observo siendo observada, por ojos fisgones, ávidos de saber qué soy, qué tengo, qué esconde cada pincelada en mi lienzo.... enredados en no saber cómo nací o porqué me hicieron...

Me reiría en silencio de sus conjeturas, de sus inventos, de sus ilusiones tratando de entender mi "realidad" subjetiva pero tan real.

Y de modo espontáneo, sin ningún tipo de explicación ni premeditación, me gustaría trascender: romper el lienzo, salir del marco y espantarlos a todos.

Espantarlos, sorprenderlos, da igual!!! Sacudirlos de su vida privada "socialmente aceptada" o estandarizada.  Hacerles ver que lo abstracto, lo divergente, lo diferente, lo extraño tiene vida en si... Hay más alla de lo que ven, mucho más de lo que perciben o creen percibir...  más de lo que creen entender...

Hay vida en mí. Lo abstracto, al igual que yo, contiene emociones, sentimientos, sensibilidad y vida, mucha vida... Tal vez una vida impulsiva, improvisada, sin dirección... vida alocada pero vida con capacidad de entregar más que de recibir, con una sensibilidad que desborda todo tipo racional de sentidos, con una expresión inentendible de mi misma, pero sencilla a la vez.

Al salir de mi marco, preguntaría a aquellos que viven dentro de composiciones estructuradas y simétricas, qué se siente? Porque de ello no se nada!!! Me falta estructura, pero me sobra sugestividad y ambiguedad.

Y para ser sincera, mi propia vaguedad me da placer, me llena... y me divierte ante lo incierto de mi actuar.

 Me permite ser quien soy, quien he sido hasta hoy y quien seguramente llegaré a ser el día de mañana, con los riesgos y la adrenalina que ha implicado pero con las alegrias garantizadas que produce no encasillarme, no medirme, no aceptar lo impuesto..

No caer en standares innecesarios, por lo menos innecesarios para mí y mi mundo interno...

La vida en si es como una exposición de artistas, de pintores. Los hay predecibles, aburridos, sobrios y tradicionales. Los hay de otro modo, los subersivos, que son totalmente antagónicos y que se arriesgan y pintan de modo totalmente explosivo, sin dirección pero con pasión...

Y estan sus obras, algunas expuestas, otras no... Otras están en un divan, en un sotano o en una esquina cualquiera llenas de polvo y tiempo a pesar de estar cubiertas con mantos, por  temor de ver la luz, sin saber que por si solas ya son una obra de arte única y valiosa... con público o no!!!

     Es una decisión personal que tipo de pintura se desea ser.  Que tipo de emoción se desea proyectar, por mi parte ser pintura abstracta es encantadoramente divertido... Todos, expertos o no, caen en el  juego y apuestan a conocer mi yo interno. Todos, sin entender que toda interpretación  efectuada hacia "afuera", todo analisis absurdo sobre mi,  no es más que sus propios secretos tan detalladamente ocultos, que insisten en ver en otro, porque temen y siempre han temido aceptar su propia realidad y reconocer sus tan calladas miserias... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario