miércoles, 10 de junio de 2015

La soledad pese al abrazo.

Que no me digan que la compañia se nota, pesa y se siente, porque muchas veces no es asi. Incluso, a veces, incomoda. Asusta y enerva.

Hay momentos en que te sientes acompañada estando sola y otras, muchas... más de lo que debería ser, te sientes vacia, sola y deshecha cerca de tanta gente, jolglorio y afecto.

Y he de reconocer, a regañadientes, lo que tanto se lee y escucha por alli de maestros y de falsos líderes que incautan  almas carentes de afecto  y bolsillos de ingenuos desprotegidos de amor propio, que son demasiados y por ello, demasiadas las estafas: Y es que no se puede sentir lo que no se tiene, aún cuando lo anheles.

Por eso, puede ser tu sueño que te amen, consientan y respeten. Pero si no sientes ninguno de estos sentimientos por ti misma, imposible sería atraerlos, raro reconocerlos, extraño aceptarlos y casí improbable sentirlos con agrado.

Es que cuando se anda a la defensiva y con sentimientos de paranoia y sospechas infundadas, todo lo vez "mal intencionado" o
con doble y misterioso matiz, a pesar de que sea para tu bien, todo, absolutamente todo lo verás mal y por ende, tendrás el irresistible impulso de evitarlo, huir o escapar.

Con dolor he de reconocer que no se puede negar que el sentimiento de "desmerecer" lo que mereces es mucho más grande que la voluntad de recibir con agrado las sorpresas y bondades que nos tiene la vida deparadas.

Cuando estas mal, si se te acercan, cuestionas el porqué. Analizas, indagas y escudriñas las motivaciones "reales" de aquel que quiere estar contigo. Sospechosamente intuyes que algo en esa persona "no va bien" porque si lo fuera, no te hubiese elegido a tí.
Asi de sencillo. Sin darte cuenta, te transformas en tu peor enemigo, aquel que anhela compañia, besos, caricias y abrazos pero que por inseguridad y poco amor propio, aleja de si todo ésto e inclusive, más.

Y es cuando escuchas lamentaciones, diatribas y cuestionamientos. En voz alta y con el corazón parti'o con borbotones a chorros de sangre. ¿Que porqué no me quieren?.  ¿porqué se alejan? ¿Cúal es mi problema? ¿ porqué estoy sola? ¿acaso no merezco que me amen? y la clásica "Que mala suerte tengo!!!" ...Cuando en realidad la suerte no juega ni el enésimo lugar, mucho menos papel preponderante en esta historia ni en sus consecuencias.

Lo único cierto aquí es que si te aman y no lo sientes, si se preocupan por ti y dichos actos o sentimientos no llegan a tu psiquis, el problema no está en quien abraza, sino en quien estaba supuesto a recibir el afecto. Es decir, el problema eres TÚ... o mi persona... o quien quiera que le guste escapar del amor, del afecto, de la entrega. El problema no es de quien se da, sino de aquel que no quiere recibir...

Si no has logrado captar el fluir del amor en tu vida. Si eres incapaz de gozarte un amanecer en compañia, una sonrisa sincera, un guiño de ojos, unas mejillas rebozantes de rubor por tu causa, unas miradas ardorosas de deseo por ti, el vaiven sonoro de un cama al hacer el amor.... si eres incapaz de admirar todo aquello que el otro u otra, tienen y quieren ofrecerte, no solo no mereces el abrazo.... mereces seguir nadando en el más hondo mar de tu autoinflingida soledad.

No añores el abrazo, si no estas preparado para recibirlo.

2 comentarios:

  1. Tenias rato de no escribir a mi parecer...... y este me encanto!!

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  2. Gracias amor por el apoyo!
    Me encanta que te encante... es la verdad. Mi absoluta verdad. :)

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