lunes, 26 de enero de 2015

El Bon bon bum

Con su bon bon bum en la mano salía a "cazar" o a ser la "caza" en espera de un afortunado a quien seducir o algún ocioso que quiese desbordarse sobre y en ella.

Desde que tomó la decisión de separarse de su mal llamado marido y abandonar el cuarto "conyugal", poniendo distancia entre ella  y aquel que le mentía, su mundo dió un vuelco vertiginoso y en descenso, de la libertad que siempre tuvo al más puro y descarado libertinaje.

Es cierto, como toda mujer separada y de "cierta edad", supuso que tendría un cambio de vida y  romances en demasía, pero nunca que se convertiría en un ser tan desvergonzado y promiscuo, con dos, hasta en ocasiones tres compañeros sexuales en su rutina diaria.

Y como todo en ella, se inició en esta vida alternativa de modo excesivo, desquiciante, sin control... dejándose caer de bruces sobre este su nuevo tipo de malsana adicción.

 Con una hija que mantener, criar y atender, se dedicaba a su sexualidad a ratos, inicialmente cuando "se podía y hacia espacios", pero una vez inserta en la función se hundía en ella, sin frenos ni miramientos de ningún tipo. Sin analizar peligros, riesgos, consecuencias o bajas ....

solo con una meta en su entrepierna, gozar hasta más no poder sin detenerse a pensar en el nombre de éste o de aquel.

Si estaban frente a ella, por algo sería.... algo querrían...  para qué más? Para complacerse mutuamente como solo una adicta al sexo, recién descubierta, podría hacerlo.


Es una mujer con suerte, pues siempre la ha tenido...

Nunca sola. Con protección o sin ella.
En compañia de su bon bon bum rojo. Ese juguetito pegajoso que tanto le apetecían a ella y a sus amantes, con el cual  iba conquistando cuerpos y jugándose la vida...así va ella con su azarosa agenda a cuestas y cada vez más enredada.        
.   

Dejándose amar donde cayese la oportunidad, iniciando en moteles, cuartuchos, pensiones de cuarta y degradándose cada vez más, donde la circunstancias y las ganas chocaran...

"levantada" y penetrada en oficinas, baños públicos, carros de desconocidos, paradas de buses, callejones, detrás de palmas y entre el follaje del patio de la vecina aquella de la cuadra a la cual no soporta...                                                                                        

Y de este modo, con su bon bon bum recorre los cuerpos que posee, penetra sus excitados orificios naturales y se humedece los  labios maquillándolos con su pegajosa y olorosamente húmeda sustancia....
creyendo que solo así venga el engaño de su marido quién siempre la dejaba abandonada en la esquina de la casa como un mueble más y asi poco a poco, saltando pechos, lamiendo cuellos, arruñando espaldas, dominando penes, consumiendo labios y conquistando orgasmos, dejó de llorar, de sentirse menos, aún cuando ésto era lo que realmente ocasionaba, un mayor sentimiento de minusvalía y pobreza emocional.

Como si no pudiese caer aún más bajo, cínicamente empezó a llevar a sus amantes a su propia casa, en ausencia  de ese que se hacia llamar su "marido" y mientras su niña dormía, se dedicaba al sexo de modo aberrante, de las formas más esclavizantes y desafiantes sugeridas por sus amigos, sin nombres ni presente.
Desconocidos en realidad.

Ya no los buscaba, solo llegaban!. Su fama la antecedía: la que todo lo permite, la que más embestidas soporta, la que besa con sabor a "fresa" y hace maravillas con el "dulce rojo" aquel que siempre la acompaña y que la mantiene azarosamente ocupada.  

Y entre uno  y otro amante, en el torbellino de sus citas clandestinas, entre matorrales, casuchas y su propio hogar, se mezcla con cuerpos sudorosos sobre y bajo ella. Doblemente penetrada, por diversos falos y su invitada especial, su chupete rojo. El bon bon bum que se ha convertido en su sello indeleble...

y entre cansancios y maromas, ajetreos y maltratos, totalmente utilizada salta en cada esquina que le apetece y se vuelve descuidada...

Se distrae, se olvida de aquello realmente importante... de su hija y sus cuidados... cada vez más inmersa en pasiones desenfrenadas, sucias, anónimas, que la dejan deshecha y estropeada.

Cansada, se duerme...
Ajena al mundo que la abraza, cree que todo está en control.

Ella sola se engaña. Inmersa en el supuesto amor que siente por su hija, en su mundo de gazmoñería,  cumpliendo en su trabajo de día y rogando que llegue la noche para desenfrenarse.


Fingiendo ser lo que no es.
Dejando cabos sueltos, lugares sin limpiar, regeros por doquier... Salpicando a otros por su actuar. Olvidando en la escena su eterna compañia, su juguete rojo. Su bon bon bum querido, utilizado por ella y sus amantes en sus juegos eróticos y ahora hace un día "extraviado"...

No recuerda si se lo llevó alguno de sus amantes. Mucho menos si lo botó. Lo cierto, no aparece su compañera, su confidente, su vibrador personal... Su tan conocida y chupeteada bolita roja, aquella que se lleva a las mil maravillas con sus labios y su vagina...
Ni modo! Lo olvida. Probablemente se gastó en su úlima diversión...

Sucia, culpable, sorprendida y expuesta, asi se sintió. Absorta y confundida por su pérdida, despierta de su letargo, espantada, avergonzada... al escuchar a su pequeña hija quién le suplica " ¿Mamí, me podrás comprar otro bon bon bum? que el que  encontré en la sala ya se me acabó y me encantó"...

Sucia, culpable, sorpendida y expuesta, así se sintió...

Ya habrá tiempo para sentirse miserable o responsable... Ahora a limpiar su desastre.... a ordenar sus prioridades, ya que las tiene pero las habia olvidado...

    Es tiempo de pensar en la niña, en preservar su salud, conservar su inocencia y abandonar a la sucia mujer en la que se ha convertido. 

jueves, 22 de enero de 2015

La cita.

Luego de tantas negaciones, vacios y distancias entre ambas, decidió enfrentarla.

Nerviosa e inclusive apática se preparaba. No era algo que deseara hacer, pero "tocaba". Ya no podía dilatar este asunto. Sabía que no sería fácil enfrentarse a ella, mucho menos soportar tenerla tan cerca, sintiendo aún tanto dentro de sí. Pero debía hacerlo!

Y es que una mezcla de orgullo, amor propio y curiosidad rondaba su cabeza... por pura dignidad iría. Se sentaría y escucharía, con todos sus sentidos a flor de piel, todas esas verdades que según "esa mujer" tenía por decirle.

Al trago amargo, pasos largos!!!

La preparación fue tortuosa, lenta e inquietante. No sabía que ponerse. Si total, todo  le quedaba mal!. No en este día específico, sino siempre....Deseaba dar la mejor imagen de si misma, atraerla, de hecho, seducirla, pero en el fondo se sentía insegura, fea, poca cosa y lo peor, errática!!!...inmersa en un bache del cual no sabe salir sin la ayuda de "aquella"...


Sabía que con seguridad sería un mal momento.Se atrevería a  apostarlo con cualquiera, pero por lo menos, acudiría. A pesar de ello, estaría alli.

Que no se dijese que tuvo miedo, que evitó dicho encuentro. Acudiría a pesar de todo, radiante cual reina. Cubriendo cualquier detalle que delatase sus imperfecciones, dibujando su mejor sonrisa. Aquella practicada infinidades de veces y que a todos engaña e inclusive a un par enamora. Que la hace brillar aún cuando por dentro todo en ella es oscuridad mezclada con una inseguridad galopante.

Se apresuró. Recordó lo puntual que era "aquella" y no la deseaba hacer esperar. No hoy.

Corrió a la cita, con el corazón en la mano, llena de expectativas y con un sentimiento premonitorio de pérdida, de inevitable derrota.  

Convencida que tal vez volvería sola y deshecha, pero era mejor la certeza de saber ... de conocerse perdedora, que aquella incertidumbre silenciosa que la volvía loca desde hace algún tiempo.

Entretanto, pensaba en sus posibles argumentos de defensa. En qué diría cuando se sintiese mal, cuestionada o juzgada. En cómo saldría airosa cuando aquella mujer intentase humillarla al sentirse superior a ella o peor aún, burlarse de sus tan obvias debilidades, inseguridades y defectos. Se conocían bien, de hecho, en exceso. Sería fácil lastimarse si se lo proponían o si se descuidaban. Podrían destruirse en segundos al escupirse en sus caras sus sendas verdades o sus más vergonzosos secretos.

Pensaba que esta situación era realmente injusta, absurda casí perversa y que la vida, sin motivos, se había ensañado contra ella..

Contra ella que siempre la cuido, al punto de no perderla de vista!  Nadie la conocía más ni mejor que ella. Se entregó de manera profunda, sin cuestionamientos. Solo se dedicó a apoyarla, a ser su sombra fiel, aún más alla de la oscuridad...y...  la amó, de hecho aún la amaba con todas sus fuerzas... Aún sentía esa necesidad de besar cada paso que daban sus pies...

Tal vez, fue precisamente el amor, el dárselo en demasía que lo arruinó todo... Se sintió adorada, única y tan segura de si misma, que ahora, empoderada, solo pensaba en volar, en huir de ella... en alejarse, dejando todo cuanto las unió atrás.                 

Ella lo evitaría! Quería atraerla una vez más. Esta sería la definitiva! Sin dramas ni coacciones.  Ya no habrían más intentos, chantajes ni ruegos.

O regresaba con ella o derrotada con las manos vacías...

La seduciría de manera tal que no pudiese escapar más.

La haría entrar en razón, le recordaría que ellas dos realmente son una.

Una sola historia. Un solo caminar. Un solo sentir...

Que son ambas, unidas, un solo ser infranqueable, indisoluble! Como antes, cuando rondaba el caos y el amor: permanentes, continuas y eternas.

Si insistia en dejarla, y solo en el peor de los casos, aniquilaría su esencia, degradándola... Sabia muy bien cómo hacerlo... Anteriormente le había resultado.

Entonces se atrevió a soñar: "Todo volvera a ser como antes", Afirmó, intentándo convencerse que así sería.

En definitiva, esa era la única esperanza que le quedaba!. Convencerla. Conquistarla. Manipularla.

El punto cierto es que era de ella. Es lo único que importa, que sabe y por lo cual lucharía sin ningún tipo de racionalidad. Como siempre! Como habían actuado juntas en todo momento, con pasión, con exageración y sin diques a los cuales aferrarse, sin importarles el qué dirán. 

Acudió a la cita.
Lo vaticinó y no erró: Ya ella la esperaba con su inseparable taza de café, a medio llenar, con más leche que aroma... Confiada, tranquila, desenvuelta... Se veía deslumbrante, con una seguridad extrema. Serena, radiante. Podría decirse, feliz!!! Feliz, sin ella.... y le dió celos, rabia, envidia.... Se frustró al verla así, tan lejana, imponente e inalcanzable... segura de sus nuevos pasos, pero sobre todo y a su pesar, sin ella!

Se saludaron de modo social. Qué más da!  Ella tímida, temorosa... ansiosa de escuchar nuevamente su voz, observar sus gestos, tocar su piel... de estar realmente dentro de ella, como antes, cuando eran solo una esencia y se pertenecian.
Lamentablemente de "aquella" no sintió ningún tipo de reacción a su favor. ¿La habría olvidado?
No hubieron abrazos ni caricias ni miradas de lástima o compasión.

"Aquella", otrora dependiente, ahora lucía desafiante, segura y altiva. Y si ésto pareciese poco, se atrevió a indicarle que guardase silencio y solo se limitase a escuchar... Que tenía mil palabras por decir y no repetiría absolutamente nada.

Solo existía en aquella determinación... 

Y se observaron detalladamente y aprovechó para recorrer de manera asustadiza cada centímetro de "aquella".  Repasó su cuerpo, sus  recovecos y montañas, lo profundo de sus ojos, lo delgado de su espalda hasta llegar a las ciénagas insospechadas de su alma.... Presentía que sería ésta la última vez.... que no volvería a perderse en sus hondanadas nunca más...

Y obedeciendo se sentó frente a "aquella". En silencio.  En espera de lo que sea, un gesto de lástima... un suspiro de nostalgia... la despedida temida. El desenlace no deseado.

Y la escuchó con temor... negándolo todo y con dolor empezó a caer en cuenta que ya no la querían. Que la alejaban... Que su historia llegaba a su fin. Que aquella había decidido unilateralmente  cambiar de dirección y no caminar más a su lado. No la llevaría ya de su mano. De hecho, la despreciaba  con una fuerza hiriente. La desconocía! Aquella, antes complaciente de modo enfermizo, hoy la negaba con vehemencia!

Y siguió allí, en silencio, absorbiendo el recital de sus absurdas razones. Múltiples, casí infinitas.... del porqué la dejaba, del porqué abandonaba su relación sin ningún tipo de duda o lamentos...Sin cabida a vacilaciones!

En silencio escuchó aquello. Aquello que le destrozó el alma.
Sentada frente a "aquella" que amó y hoy la deja, que  la abandona a su suerte...

En silenció continuó, sin defensas, sin nada que decir... Observando como "aquella" que amó se aferraba a la vida con otros ojos, con nuevo enfoque: perdonándose, amándose y regodeándose en la ahora desconocida  mujer que le atraía... revelándole el nuevo tipo de mujer que quería en su vida y en la cual, ya no estaba incluida ella.

En silencio, se desvaneció... No hubo necesidad de irse... Ya no era bienvenida ni deseada, mucho menos esperada... así que se convirtió solo en humo... sin peso ni forma... perdió su fuerza. Se esfumó su presencia...Sencillamente desapareció al no sentirse necesitada.

Se desvaneció, solo por la fuerza de una decisión dilatada por años, observando a "aquella" a quien amó...

"Aquella", quien junto a sus divagaciones, recuerdos y secretos, acompañada solo con una taza de café, continuaba con su monólogo interno, solapado, discreto... y que con voz bajita y el cerebro abierto fue dejando atrás a la mujer que antes era y a quien también amó...dejándola atrás... Quedando fraccionada.

Ahora partida en dos, siendo sólo la mitad de la que fue ayer.  Solo la mitad, si.... pero más completa que nunca, más liviana y menos complicada.


miércoles, 14 de enero de 2015

De esa que fuí ayer.

He notado que aún cuando mi esencia sigue intacta,  mucho de aquella mujer que fuí ayer ha desaparecido.
Tomo vuelo para mi bien y espero que para siempre, para no volver...

Evolucioné aún cuando siempre creí que sería imposible. Debo reconocer que lo peor emigró a otros mundos desconocidos.

Sin previo aviso ni intención, fuí dejando atrás todo lo viejo, las mañas, las excusas, las ideas sin fundamento y un poco la terquedad... eran baratijas de todo tipo, cual señales o pistas en el camino, que espero nadie recoja   y mucho menos tome como ejemplo.

Eran personas, situaciones, sensaciones, emociones e ideas, sobre todo "ideas" que eran mi tratado, mis máximas creencias sin las cuales pensaba no podría vivir. Que siempre creí, de manera ciega, me hacian todo mucho más fácil, y ahora recien me entero por mi propia cabeza que eran un calvario auto inflingido, que me causaban realmente una dolorosa  y certera muerte, pero que insistia en ver como mis antidotos o mi salvación..

He renunciado a personas que cargué, si! que cargué de modo explícito. Lease de modo literal.

Personas cuya única satisfacción era hacerme mal...  y bueno, en mi defensa solo puedo afirmar que  mi único orgullo puede ser que lo que hice, sea lo que sea, fue de buena fé y con buena intención...

También dejé atrás casi sin darme cuenta amistades que eran como la bruja aquella de nariz respingona y sonrisa burlona que siempre estuvieron alli para recibir mis favores y a cambio, ellos me entregaron mesquindades, ruinmente maquinadas como la manzana envenenada... preparada con cuidado para mí con la única intención de hacerme daño.

Y todo ese tiempo, de modo irónico, me sentí tan feliz! Dios guarde!, feliz.

Lo escribo y no lo creo!

Rodeada de mentiras, hipocresía, envidia y sobre todo, mucha maldad. 

Cercada por lobos, quienes me arrullaban, con canticos embriagadores de sirenas, con los cuales me sentia totalmente protegida, segura y cuidada, sin saber que si, en efecto, me encontraba rodeada de ellos pero solo para evitar que me llegaran buenas personas, cerrándome puertas, para preservar su propia existencia, para seguir chupándome la sangre y perpetuar así, mi aislamiento.
Tiempo perdido. Ese ha sido, tal vez,  mi peor derrota en la vida. El bache más grande en mi camino.
Entregar mi tiempo a quienes no lo merecían recibir. El transformar en años, meses, días y horas mi presencia a personajes que no valían un suspiro, mucho menos medio minuto.


¿Cómo se puede estar equivocada tanto tiempo?... aún desconozco la respuesta, solo se que existe el mal y queYo dancé con él. No una sino muchas veces. Varias melodias en diversos escenarios con diferentes bailarines en distintos tiempos, con coristas contratadas para tal fin... embelezada, obnubilada, ciega por decir lo poco.

Tarda pero llega... un golpe de luz  que te aturde y te aclara el panorama...  y ahora con mi nueva óptica me espanto de aquello!

Me espanto de todo lo malo que ahora desprecio y que con asombro y algo de verguenza, desconozco el porquè me atraían tanto... el porqué no podia desprenderme de ellas.

No me canso de voltear la mirada, sobre mis propios pasos, recorriendo el pasado, para  caer  en cuenta con mucha verguenza y valentía a la vez, lo equivocada que siempre estuve.

No por falta de inteligencia ni de malicia, sino por una especie de miopia emocional y falta de amor propio, las cuales no me permitían ver con claridad quién era quien, provocando que confiase en quien ni la propia sombra le seguia.

 He aprendido que en la vida hay momentos en que tu mente se va de paseo y tú dejas de ser tú. O por lo menos, tus actuaciones son todo lo que no quisieras para ti!

 Y allí estas pues,  lastimándote una y otra vez, metiendo tu dedo con uña sin limar en tu propio espacio de dolor, sin ayuda de nadie, salvo tu propia estupidez... y como si fuese poco, sales al mundo sin brújula, colocándote un gran antifaz, grueso y pesado, que no te permite saber la dirección en que van tus pasos.

Y desconoces donde estas, hacia donde vas y en definitiva quién eres o qué deseas para tí.....

Totalmente a la deriva, ciega,  empeñada en que sabes lo que haces, sintiéndote sabia, poderosa y acertiva, rodeada de aquellos que desean tu bien y te gritan desde la orilla "hacia ya noooooooooo", "Regresa!!!. Frente a ti hay un abismo!", "ya no des un paso más en falso".... y decides ignorar con plena conciencia esas voces, sabiendo que nadie se salva solo y que tú no serias la excepción... Con el resultado que a nadie asombra, salvo a tí... y te molestas e insistes en creer que los demas son los culpables, cuando tu errar es de tu autoría, así como todas las consecuencias que emanan de tus actos.....

Entonces es, cuando unos cuantos años más tarde, caes de rodillas por el tiempo perdido, por las ganas malgastadas, por los caminos recorridos, distantes, pero en círculos y te das cuenta que ha sido errado el camino, que malgastaste la suela de tus zapatos sin necesidad y sin beneficio.

Y solo te queda el sentir verguenza y un poco de autocompasión.  Verguenza no porque erraste, no por las malas decisiones, no por lo mucho que sufristes.... No! La verguenza se siente por la exposición... por aquellos que supieron la historia, por aquellos a quienes les diste la espalda en tu empeño de estar equivocada, por las manos que te brindaron ayuda, consuelo y apoyo y que tú en tu infinita terquedad rechazaste..

Pero la Naturaleza es sabia y el tiempo todo lo cura. El tiempo todo lo sana.

Y heme aquí reflexionando, con mi pequeño gran momento de introspección tantos años despues... en mi soledad perpetua pero en compañia de mi barra espaciadora... en el silencio que me permite el teclado de esta máquina, pensando en voz baja pero con el cerebro estallándome con mil palabras que luchan por quedar aquí plasmadas, percatándome que a ciencia cierta y con mucha suerte el camino andado con sus tropiezos incluidos y los muchos desaciertos, todo, todo en conjunto ha sido para mi bien.

Lo admito! Valio la pena! Incluso este mismo viaje lo repetiría, solo que con más calma, con letra más legible, con esos lentes de aro que tanto odio y un poquito más de sabiduria.

Tal vez el desenlace sería el mismo, pero con menos heridas y con un sabor más gratificante, porque hubiese saboreado cada sorbo de mi viaje... Con seguridad hubiese disfrutado mucho más todo lo vivido,  admirando lo que tenía que admirar, obviando aquello que realmente no valía la pena y protegiéndome de aquello que me hacia daño.      

Lo admito y repito, el viaje en sí no ha sido del todo malo...
Depende de la perspectiva con que se mire la historia.... Hoy mi cristal está algo opaco... es por ello que me arrepiento de mucho y me vanaglorio de poco...
Tal vez mañana mi visión sea más clara, mi apreciación mucho más justa y por ende mi análisis, menos tétrico....

Lo único que tengo por seguro es que realizaría el mismo viaje, con los mismos peligros, protagonistas y enseñanzas...

Solo le agregaría un poquito de valor... Ese valor que ahora tengo y que siempre necesite tener desde que abrí mis ojos llenos de esperanza...    

sábado, 10 de enero de 2015

Día lluvioso... dejándote atrapar.

Cuando llueve, todos cambian, o tal vez, quedan al desnudo, dejan de fingir.. que se yo!

Corren, se enojan, se pasman o se desencantan.

Siempre me ha producido curiosidad, y algo de molestia, estas reacciones.

Todo se vuelve un caos. Los rostros, humores, los pasos, las actividades, el tranque, los saludos. Absolutamente todo cede, quedando rezagado a segundo plano, dando paso a la gran protagonista, la lluvia.

Los seres humanos descienden a estados antagónicos, casí depresivos o al borde de la histeria o la agresión, en los cuales, ven cada minuto de lluvia como "el desastre"... como una pérdida de tiempo o un jeroglífico por resolver....

Surgen preguntas existenciales profundas (realmente estúpidas). ¿Cúanto durará?,  ¿Ahora cómo llegaremos? ¿Ahora que haremos?.... ¿ Y ahora qué?...

Ni bien empieza a llover, valga la redundancia,  empiezan las quejas, los sinsabores y lamentos por doquier...así como los arrepentimientos y maldiciones de todo tipo... Las añoranzas y la nostalgia también toman su lugar en la fila de emociones que provoca nuestra invitada inesperada.

Los que están dentro de un bus, de modo instintivo empiezan a quejarse porque sienten calor...
Aquellos que están en una oficina o espacio cerrado, no soportan el frio...
Quienes caminan detestan las gotas, los charcos, lo peligroso y resbaladizo que se tornan los suelos y huyen de los carros presurosos que los salpican al pasar y evitan a la gente que se cruzan en sus atormentados caminos.
Las calles se paralizan. Los parques quedan solitarios cual pueblos fantasmas. Todo se pasma. Todo se espanta, adquiriendo un tono lúgubre que de modo inevitable impacta e influye las mentes más débiles que se encuentra en su andar.

La gran mayoria maldice los cambios climatológicos, por los planes arruinados, los peinados pasmados y trajes ajados, las hojas estropeadas, el no haber llevado botas, paraguas o capote, el no tener abrigo. El no tener caro o tenerlo. El andar sola en la calle o peor aún, andar en grupo. El tener una cita o tristemente, no tener ninguna. El ser viejo o  muy joven. El traer shorts o traje, zapatos o sandalias. El  haber salido de donde salieron o el haberse quedado en el lugar en el cual "la lluvia los atrapo"... Y estàn aquellos que lamentan no estar con la persona amada, así como muchas agradecen no estar con aquel que las extraña...

En fin, que todo incomoda! 

¿En serio?
¿La lluvia, ya sea llovizna o tormenta, tiene tanto poder sobre nosotros?
¿Puede arruinarnos el día, noche o madrugada?
¿Puede influenciarnos de modo tan caótico?

En un mundo paralelo, y sin ser agricultor o meteoróloga, la lluvia sería mucho más valorada. O por lo menos, no nos sentiríamos tan agredidos por su espontánea llegada...

     Por mi parte, cuando llueve es muy probable, que si me ven en la calle, observen mis pasos mucho más lentos. Y sin estar dentro de una crisis catatónica me mantengo en un estado de casi vigilia sin poder responder a los estímulos externos de las personas que pasan a mi lado, ya sea corriendo, gritando o con gestos desenfundados...
Es que me separo de  los carros que salpican, pitan y frenan, de los choques y los tranques--. y la lluvia no me afecta, por lo menos no de modo negativo. Sigo mi camino sin paraguas, sin periódico sobre mi cabeza. Por cierto, sin mi cabeza agachada y con una sonrisa en los labios.

Es en estos momentos de lluvia que dejo salir a aquella que vive "atrapada" dentro de mi cuerpo, alma y psiquis y que insiste en subsistir, en zafarse.

Para ser sincera, me lleno por lo menos momentaneamente de ansiedad, miedo e incertidumbre... Y mi niña interior me dice que no pierda la calma, que no me deje abrazar por el pánico. Que no es ácido ni veneno, solo gotas transparentes, cual perlas. Es agua!!!. Solamente agua!!! Agua, si!, pero sin escapatoria.

Y es ese el problema! Al tropezarnos con la lluvia, sin previo aviso, no sabemos cómo quedaremos. Pero con suma seguridad, estaremos al final expuestos. Totalmente desnudos, como realmente somos.

Sin trampas, tapujos ni atajos. Si no escapamos a tiempo, si nos dejamos abrazar por ella, el resultado final será el ser auténticos.
No hay de otra. No subsisten ya las máscaras ni maquillajes ni peinados elaborados. .... Ante la lluvia, no hay saco que oculte tu verdadera figura ni faja que no deje al descubierto tu pronunciada panza... Y es que la lluvia se escurre en tí, dejando tus ropas cual guante.

Es un hecho cierto. la lluvia todo lo barre. Todo lo saca, todo lo muestra. Te expone dejándote sin defensas. Tal vez por ello, produce tanto revuelo en aquellos que quedan bajo su embrujo.

Te reto.
Inténtalo. Baila con "ella".
Sorpréndela y acepta su plática.. su compañia...

Que hay que tener valor. Valor del bueno y algo de locura para bajar el paso cotidiano en un día lluvioso cualquiera.
Para no dejarse amedrentar antes sus gotas "limpiadoras de toda  falsedad"....

Que has de quitarte tus tacones, ante el constante riesgo de irte al desmadre si insistes en huir, en correr con ellos.

De nada te servirá si usas Mac, Estee Lauder o Mary Kay... Tus lágrimas serán negras o en el mejor de los casos, de colores varios, cual arcoiris. Con mucha suerte no pareceras un mapache...
No hay blower que un día lluvioso no pueda vencer ni planchado que no pueda desaparecer.
Pero si la dejas fluir, si te dejas envolver dentro de ella, será tu momento de juego, de
liberación y autoaceptación. Puede ser tu catarsis, tu revelación, la respuesta a mil preguntas que solo a tí te interesan.


Momento en el que te ves tal cual eres, y descubres que esa es tu realidad, la cual has de aceptar porque no hay otra opción. No hay m.ás salidas. Todo lo demás es mentira!

Tu otro yo es engaño y falsedad.

Es el juego que amas, en el cual crees y vives inmersa día tras día desde que despiertas hasta que te rinde el sueño.

Es vanidad, ilusión, fantasia. Esa ... mi querida amiga, esa no eres tú.

La verdadera tú es aquella que sobrevive  a la lluvia. Aquella que no huyó. Que no escapó y la enfrentó.

Y si tienes con quien caminar, a quien abrazar, besar y compartir bajo un día lluvioso, sientete afortunada pues con seguridad te acepta y te ama tal cual eres.

Ha visto tus sombras, tus quiebres, tu interior.
Conoce tu susceptibilidad, tus temores y complejos y sigue alli... Continua a pesar de aquello.

Si un día lluvioso caminas agarrada de la mano...confiada, sonriendo, sintiéndote amada... a ese no le pierdas el paso, no lo dejes ir, que no se te escape...

La lluvia pasará. Es transitoria. Más el amor permanecerá...  tras un día lluvioso. 
 

 

miércoles, 7 de enero de 2015

El Indigente.

Te observo con asombro y pesar.

¿Dónde está el joven aquel, atractivo, corpulento, inquieto que conocí y amé?

Tan vivaracho, bailarín y fuerte que engañaba con su carisma cuidadosamente elaborado a grandes y pequeños, que encantaba a todas con solo el brillo de su sonrisa y la humedad de sus labios...

Recuerdo tu cuerpo, tus gestos y modo desenfundado de andar... tu seguridad falsa disimulada como "poco importismo" al tratar, al mirar.

Eras todo un rufían, siempre lo fuiste pero encantabas....con tus mentiras, con tus disfrases y tus excusas siempre inventadas!

y que decir, de lo "Don Juan" que resultastes... por decir lo menos.  Siempre tras las faldas de alguna mujer, de una nueva conquista, dejando a tu paso, suspiros, lamentos y corazones destrozados de aquellas que en tí confiaron... Mujeres que al final  terminaron odiando el día  que te conocieron y se dejaron enredar.

Tú siempre tan activo y jugueton, aún cuando fueses algo mayor.  Eras un "niño grande", mimado en el fondo, aún cuando nunca lo reconociste...

Quienes te odiaban, lo vaticinaron: "Ese muchacho terminará mal, muy mal!!!", "Tal vez termine de "recoge latas" " decían desde sus ventanas las vecinas al verte pasar con tu sonrisa sarcástica que se convirtió, con el pasar de los años, en tu sello de identidad.....

Con tristeza y algo de enojo, he de reconocer que terminaste peor que las más nefastas predicciones... Y Yo...yo aposté a tí, sin siquiera dudarlo. Veía tu "estrella", te sentía diferente!!! Adoraba tu audacia, tus ocurrencias, tus desvaríos...  hasta tus equivocaciones.

Muchas personas apostaron a tí. A tu favor, al punto de la idolatría. Pensabamos  que tu "viveza callejera" te llevaría lejos... que  tu "inteligencia no explotada" saldría a relucir el día menos pensado, a tu favor y para acallar a las viejas bochinchosas que no daban "un real" por tí.

De modo muy personal siempre creí que llegaría tu momento de éxito, de brillar y sobre todo de aquietarte...de "sentar cabeza" como dicen los viejos y como me expreso Yo ahora, con casí medio siglo a cuestas...

Pensé "cuando se canse de saltar, de inventar, de tremenduras.... le irá bien", "tiene todo para ser feliz: juventud, belleza, inteligencia, salud y fuerza"...

De todas mis expectativas, sueños e ilusiones, ninguna.... ni una sola se cumplió... Poco a poco, pero con seguridad fuiste matando la fé y el amor que las personas te profesaban. Aniquilastes corazones, sueños y esperanzas. Transformaste sonrisas y ojos de aprobación en muecas retorcidas de rabia, de asco y miradas de decepción y desesperanza... Solo tú, sin ayuda de nadie, con tus decisiones alocadas, con tus impulsos perversos y luego con tu maldad innata!.
Siempre maquineando cual ayudante del mal, siempre haciendo daño sin aparente explicación.

¿Cómo pude yo soñar con un destino diferente para tí?
¿Cómo pude ser tan ilusa e inocente en creer que tu final no sería éste al que ahora me enfrento?

Me duele en lo más profundo de mi alma, pero he de reconocer que con tantos dones en tí, todos se escondían, se empequeñecían ante tu gratificante sensación de hacer el mal a todo aquel que bajase sus defensas de modo inocente ante tí.  


... y llego ese momento en el cual no podía disimular tus faltas. Eran evidentes, llamativas y demasiadas.
Traté de justificarlas, y caían sobre mí abalanchas de pruebas que desenmascaraban tus andanzas... que mostraban tu verdadero rostro, el que yo trataba de ocultar día tras día, ante extraños y propios.

Siempre minimizando tus errores como tropiezos juveniles, luego con excusas y perdones deliberados, tan falsos que ni yo me creía,  escudándome  en las malas amistades y en un poco de mala suerte...
Explicando que siempre estuviste en el momento equivocado haciendo lo que no querías hacer, pero que te empujaron...

y henos aquí, frente a frente... años despues. Nos topamos en la calle y entre la sorpresa y el disimulo, la tristeza no me permite reconocerte. No es el tiempo pasado, no es lo distinto, ni siquiera lo acabado... Siendo tú has dejado de serlo... Eres solo una sombra que vaga... eres derrota, desvarío, ausencia...  Es lo triste de tu andar, la melancolía de tus pasos, lo gris de tu mirar y las hendiduras de tu alma que hacen aún atractivo tu demacrado rostro.

Y me digo, qué hiciste de tu vida! Cuantos dones desperdiciados! Cuantos sueños rotos por tu causa!
Cuantas noches sin dormir por tu memoría!.Cuantas preguntas sin respuestas! Cuanto amor, si! cuanto amor que se quedó en la orilla esperando que tú lo recogieras!

No me parece justo, para tí ni para quienes te amamos que pulules como macabra sombra en las esquinas de la calle que antes albergaba tu casa. Que recorras ahora con pasos zigzageantes y temblorosos esas calles que te vieron crecer, correr, reir y enamorarte.

Ruego a Dios no volverte a ver. No cruzarme en tu camino. No volver a ver tu rostro con esa mirada sin tiempo, sin ilusiones y con ese vacio eterno....
No quiero verte en esta condición, reducido a menos que la nada. Deplorable, disminuido, ensimismado cada vez más...

Es por ésto que te agradezco tu decisión de partir.  De no luchar más. De no dar de qué hablar. De no acumular aún más malos recuerdos.

Sabia decision de rendirte ante lo inevitable, sabiendo con seguridad que no cambiarías y que ya nada en tu destino podría tener un feliz final.       

Hoy, años despues,  te veo en los rostros de aquellos indigentes que pasan a mi lado, de aquellos que me piden un "dine, un cuara o un centavo". Te siento al tocar sus ásperas manos y llega hasta mí tu calor con el aliento caliente y nefasto de sus cuerpos...

Ellos siguen luchando. Su día a día,  su procesión, su calvario por sobrevivir...

 y tú, astutamente desde que estrella me miras?

Inteligente, vivaz hasta a la hora de partir!!!  De irte a lo callao sin chistar, temprano antes de tu inevitable final ...



Pocos te lloraron. Muchos se sintieron aliviados.

Yo me siento en paz por que con tu temprana despedida, lograstes acallar las premoniciones de las viejas aquellas que apostaban con seguridad cual seria tu final.

Final que nunca vieron. Calles que nunca recorriste.Triste espectáculo que para nadie interpretaste porque fuiste inteligente, vivaz una vez más!
Hasta a la hora de partir de este mundo terrenal! 

martes, 6 de enero de 2015

Elisa, como vaso de agua...

Así la llaman "como vaso de agua"....

Como vaso de agua, que no se le niega a nadie.

Así era la chica del barrio aquel.

Llamémosle Elisa, solo por humanizar y por respeto a la protagonista de mi historia...

Elisa es una chica cualquiera, de esas del monton, veintianera llegando a los treinta. Edad de la madurez o por lo menos eso espera. Soñadora, coqueta, inquieta, fuerte por fuera, soberanamente frágil por dentro... Amiguera, traviesa y curiosa, con ganas de vivir, aprender y descubrir...  Con poca suerte en el amor, pero mucha experiencia en lo carnal, en lo sexual, muy a su pesar.

Que le antecede una mala fama por estar siempre acelerada. Dando pisadas alargadas para llegar al final cuando recién empieza una relación. Siempre dispuesta a dar, a entregarse de modo nada solapado. Sin disimulo alguno. Con sus atributos, siendo muchos, abiertos de par en par. Sin morbo, sin tabues ni conflictos moralistas que la envuelvan...

Alegre, cautiva y cautivadora. Presa y cazadora... Perseguida y acechadora... Dejándose seducir por todo aquel que con ella quisiera pasar un buen rato, largo o corto, dependía del hombre porque ella era descomplicada, de "fácil amar".... con la que era fácil comenzar y aún mucho más fácil terminar.

Siempre atenta a "las señales" que le envian los posibles consortes masculinos... para entablar una conversación amena pero breve que inevitablemente terminara en cama.

Elisa sin saberlo actua como vaso de agua... que una vez saciada la sed de aquel que la tomó, la desecha... cual trasto lanzado al lavaplatos para ser reciclada mediante la magia del agua y el jabón, dejándola como nueva, presta para que otros más puedan tenerla a su disposición.



... Como vaso de agua, siempre utilizada. De la única manera en que se siente "bien tratada".... con ansiedad, con apuro, a lo clandestino, con urgencias para luego albergar en ella un sentimiento de mayor vacio que el dejado en el encuentro anterior.

Asi es ella, como un gran vaso de agua. Frio o caliente, pero como el vaso aquel que no se niega, que se regala, que se entrega de manera totalmente gratis...

También es transparente. No engaña ni miente. No es una prostituta, tampoco es una chica promiscua. (Es en este momento que Ud. querido lector, se sorprende y gira su cabeza de un lado a otro, en señal de desaprobación, porque piensa que Elisa es una gran puta....) ... Le aclaro: tal vez, solo tal vez, es un poco regalada...

Es una ingenua al creer, maliciosa al querer y lastimada al dejarse vencer...
Repito, no practica la infidelidad. No cree en los amantes, en orgías ni en trios.
Es leal, sincera y honesta. Atributos subutilizados, poco valorados y nulamente observados por el destello palpitante y embriagador de sus pronunciadas caderas y su cadencia al andar ... 

Abierta cual libro interesante que muchas manos han leido, con sus páginas manchadas, con olores quizás nauseabundos y con dobleces por doquier y a pesar de ello, aún con historias por contar, mundos por conocer así como cielos y soles por descubrir... y demasiado amor por ofrecer.

Le gusta amar y que la amen. La enloquece el amor y todos sus paradigmas, misterios y enredos.
Le gusta el compromiso, las atenciones, los mimos, la galanteria y los juegos previos. Le encanta el arte de la seducción y el flirteo... Lo sabe jugar muy bien, aunque siempre resulta perdedora. Al parecer, el orden de los factores sí afecta el producto...

Solo entrega lo que considera es lo mejor y único que tiene para ofrecer, su cuerpo, sus caricias, besos y momentos.

No sabe hacer más. No le enseñaron a más.

Está sedienta de afecto. Muere por aceptación.

Lo ve como un trueque justo, favorable... un intercambio más necesario para ella que para cualquier otro, con amplias ganancias que persigue una y otra vez... compañía, conversaciones, alegrias, apoyo, salidas, risas, placer, protección.       También amargas despedidas, confusión, vacío y dolor...

Elisa entiende vagamente lo que es que es una relación, pero siempre tiene una en ciernes, en su vida o en el salón de "espera".
No ha apagado una vela, cuando ya va prendiendo otra...

Y vive confundida.... que para ella es lo mismo compañia que el sentimiento de no sentirse sola por ratitos, el sexo y el amor, el amor y la necesidad... Confunde "el soy utilizada" por la tan trillada frase "éste... éste sin duda me ama" y va de hombre en hombre dando tumbos sin cesar, absorta en el mismo ciclo una y otra vez, en una espiral empinada sin parecer que podrá detenerse en algún punto de su trajinada vida... 

Sabe que ya van muchos, y sin embargo, lo sigue intentando.
A pesar del que diran, de las miradas desaprobatorias, de los murmullos y cuchilleos al ellar pasar...

Tiene fe absoluta en que en algún lugar él la espera. No sabe cuando ni quién sera, mucho menos cómo... Lo cierto: Ël la busca, la necesita y la desea, solo que aún no la ha descubierto...


Sus vidas aún no han hecho "click" pero lo siente cada día más cerca. Lo presiente, lo adivina. No tiene idea
quien será, pero existe. Está alla afuera. Puede ser cualquiera. Solo debe estar atenta, receptiva y dispuesta... Lista para dejarse "atrapar"...  Puede ser aquel que hoy en la noche le sonreira... o quien le mandó ayer su número de celular anotado en un papel... o el hombre aquel que la sigue todas las tardes desde su auto, camino del trabajo a casa...o el tonto del trabajo que no se atreve a acercarse, por miedo a su "fama" pero que ella sabe, que es por él en silencio, admirada.


No tiene certeza quien la sacará de este torbellino de amor en el cual
vive, pero lo siente cerca...Cada día más cerca... Por tanto, sigue atenta ... a los gestos, miradas, sonrisas y ademanes de todo hombre nuevo que llega a su vida... presurosa  a darle el sí a sus avances, con la esperanza de que éste sea el definitivo...

Con la esperanza de ser, por enésima vez, la "elegida"... entre tantas aguas que existen en el mercado, unas de colores, otras con sabores, aquellas aromatizadas, algunas nacionales, otras extranjeras. Todas más caras e inaccesibles que ella... pero todas compitiendo por ser tomadas...

      Mientras tanto, Elisa, transparente, sencilla, descomplicada y demasiado barata, sigue encaramada en su montaña rusa, dando vueltas, bajones y subidas, regando su agua en cada curva o en cada zigzageo mortal de su andar... 

y sigue a la espera... como un vaso de agua más, que no se le niega a nadie y que con seguridad aplaca la sed...  

de a momentos, de a poquito... por raticos.... pero de que aplaca la sed, la aplaca!!!