viernes, 27 de marzo de 2015

DÉJÀ VU

Es cierto y existe.
Ese tipo de sexto sentido,  "déjà vu" o temor sin aviso...

Esa sensación de una tierna pero espantosa vocecita dentro de tu cabeza que te despierta de golpe y te dice que corras porque el techo bajo el cual te cobijas, está próximo a ceder, dejándote lesionada tras los escombros, la miseria y las ruinas.


Ese recorrido frío y punzante en tu columna vertebral que recorre toda la espalda, que te anuncia sin temor a dudas que has de cuidarte de una situación específica o de un sujeto en especial. Que te recomienda te alejes, protejas y en el mejor de los casos, te escondas....


En ese momento es inevitable que agaches la mirada o sonrias falsamente mirando hacia otro lado. Es tu manera de apartarte de aquello que no te ha hecho daño, pero sabes con seguridad absoluta  que lo hará...

Es ese escalofrío inconfundible  que carcome tu ser y que no sabes de dónde sale y mucho menos, el porqué, pero lo conoces y sabes que es premonitorio.... de un mal desenlace, de un triste final.

Es esa sensación previa, que de haberle prestado atención, te hubiese evitado miles de dolores de cabeza. Esa sensación que evitaria en el futuro de varios seres humanos, la célebre frase "yo te lo dije... te lo advertí"...

Llámese intuición, Angel de la Guarda o sencillamente pájaro de mal aguero... pues bien,  llevo dos días sintiéndolo, justo cuando paso a su lado.


Cuando me sonrie ampliamente, no solo de labios sino también de miradas.... Mientras más se iluminan sus ojos por mí, peor me siento. Su saludo fraternal lo veo como el beso de Judas o el falso cobijo del Lobo disfrazado de abuelita en aquel tan conocido cuento.

Y el "repeluz" aparece. Un estallido repentino y mi cuerpo se crispa con su sola presencia.

Aclaro, no  es deseo, inquietud ni curiosidad, es sencillamente miedo, asco, temor. A qué?, no se!!!

Es este el misterio. No saber qué esperar, cuando en realidad no deseo esperar nada, no necesito esperar nada y por el contrario, solo siento unas ganas instintivas de poner mucha tierra de por medio entre él y mis huesos.

Se que esconde algo y lo huelo, lo percibo, a través de palpitos, como una maldad pura e insana...

No tengo pruebas, tal vez nunca las tendré.
Tampoco motivos para sentir esta adversión. Pero allí está y no se aleja...
Es una especie de señal de "Alto" en rojo estridente y  tamaño considerable, la cual es imposible obviar o evitar.

¿Me estoy dejando arrastra por fantasmas imaginarios?
¿Poseo acaso algún tipo misterioso de intuición? o sencillamente me rendí ante mi  solapada locura?

Desconozco las respuestas a estas interrogantes.

Por lo pronto solo se que una enigmática fuerza me obliga a alejarme de él por mi propio bien, mi paz física y mental.



Y distinto a pasados momentos u otras épocas, en que la impulsividad y la ceguera emocional eran mi norte, esta vez  me dejaré guiar por mi niña interior, aquella que todo lo ve sin ver, que todo sabe sin indagar y al mismo tiempo todo lo habla, callando...

Aquella niña interior quien guia mis pasos y me hace recordar que si no me cuido yo, nadie lo hara por mi.

Tengo un poder ilimitado porque me conozco mejor que nadie sobre este mundo y presiento que me hará daño... Solo una estúpida evita sus presentimientos y cae en pos de la desgracia preanunciada, y Yo... Yo de estúpida, no tengo nada....   .

jueves, 19 de marzo de 2015

UN HOMBRE DE VERDAD....

     Un hombre de "verdad" NUNCA critica las herramientas o recursos que utiliza la mujer para minimizar o disimular sus rasgos negativos en rostro o cuerpo. NO critica el tiempo, dinero o empeño que toma en  arreglarse, en resaltar sus atributos y verse mejor o más atractiva de lo que es....

Un hombre de "verdad" NO critica los tintes, texturizados o Alisets, extensiones, maquillaje, perfumes, prendas, de oro o no,  en orejas, muñecas, tobillos o cuello, brassieres con aumento de almohadillas o con hierritos de metal en el borde. Tampoco se burla de las mujeres que usan panties "recoge panza o aprieta todo", tipo "faja" y/o levanta cola, que se pegan uñas, falsas o no, con manicura y pedicura, que  se colocan una a una pestañas falsas, que enloquecen con la ropa bonita o a la moda y que aman los tacones estiletos o las bailarinas....

Al contrario, a un hombre de “verdad” le gusta ver a la mujer, sobre todo a la suya, arreglada, bonita y femenina, sin pensar ni en broma que es "una provocadora o seductora en serie", sin acusarla de "bien que te gusta la vaina", sin sospechas infundadas de que se arregla por o para otros.

Un hombre de "verdad" sabe que al margen de las falsedades que utilizan las mujeres para arreglarse, su esencia llámese "Alma, temperamento, carácter y afectos" son auténticos. También sabe que lo que le gusta realmente de la mujer: su vagina, ano, sus labios carnosos, su lengua húmeda, su cuello largo, sus senos suaves (uno más grande que otro) con sus pezones erectos y firmes al tacto, la textura y suavidad de su piel, el arco respingado  de su espalda, su olor al estar excitada, todos sus encantos femeninos puestos a su merced, gozo y dominio son verdaderos (salvo alguna que otra con excentricidades quirúrgicas...)
Un hombre de "verdad" NO ve a una mujer con ropa interior hermosa y sexy, con desagrado pensando que es una puta, casquivana o perra y claro, mucho menos se lo dice!!! Muy por el contrario, se siente afortunado del espectáculo expuesto ante sus ojos y aprovecha el momento de gozarla sin detenerse a cuestionar "dónde, cuándo, con quién o con cuántos" aprendió a mostrarse así, sin recato, pudor o pena.

Un hombre de "verdad" sabe que una mujer con condones en su cartera, es un ser humano “normal, segura de si misma e independiente, dueña de su cuerpo y sus momentos” con necesidad de afecto, diversión, algo de compañía y sexo, NO una promiscua desvergonzada, sino una mujer con un alto grado de educación, responsabilidad y conciencia consigo misma y hacia los demás. Que no quiere adquirir o transmitir alguna enfermedad venérea sino que a su vez, no desea traer hij@s a este mundo de manera irresponsable, sencillamente porque sí o por un mal llamado "accidente"...
 
Un hombre de "verdad" NO se burla del llanto, nervios, ansiedades o sensibilidad de su mujer. En silencio la apoya, la escucha, y aunque no la comprenda del todo, valora que los comparta con él.


Un hombre de "verdad" NO se siente angustiado, temeroso o inseguro si su mujer trabaja y/o estudia fuera del hogar. Al contrario, la incentiva, la halaga y le permite crecer igual o aún más que él sin sentirse amenazado y sin caer en reproches, competencias o chantajes...mucho menos en "juegos de poder".

Un hombre de "verdad" NO le teme a una mujer profesional. Más bien, se enorgullece de ella, aplaude sus logros y la anima tras un fracaso.

Un hombre de "verdad" sabe que su mujer tiene una vida a su lado y otra paralela donde comparte conversaciones, vivencias y pasatiempos con amistades, compañeros de trabajo y familiares, aún cuando él no esté presente. Esto NO representa para su ego masculino, una ofensa, problema alguno o trauma.

Un hombre de “verdad” se empeña en hacer sonreír a su mujer. Le evita disgustos o malentendidos innecesarios así como preocupaciones inútiles. Sabe que “el Cesar no solo debe ser Cesar sino parecerlo y actuar conforme a ello”.

Un hombre de “verdad” no promete, pero de hacerlo, cumple lo prometido. Se sabe autor de su vida, de sus palabras y de sus propias decisiones. No justifica sus errores ni  hace recaer sus propias debilidades en su mujer, culpándola injustamente.

Conoce sus prioridades y sabe que no tiene tiempo, energía ni interés en convertir su vida y la de su mujer en un martirio o un infierno por malas decisiones o traspiés, así que evita el ser infiel, el montarle una “amante de planta” conocida por todos y convirtiendo a su mujer en un hazmerreír público. Evita tener hijos regados por la calle, abandonarse en el alcohol, las drogas, la “chinguia”, los casinos o  la prostitución.  

Un hombre de “verdad” evita los dolores o  quebraderos de cabeza.

Un hombre de “verdad” sabe que no es el padre ni el verdugo de su mujer. Sabe que su mujer no es de su propiedad ni su alumna. La reconoce como lo que es, una compañera en esta vida terrenal y por tanto, entiende y acepta que  NUNCA debe ser golpeada, agredida en modo alguno, violada ni insultada. Nunca bajo ninguna circunstancia o bajo ningún pretexto. Se sabe en control de sus propias emociones para evitar que sus hijos lo vean como un maltratador. Trata de enseñarles lo que es un hogar y el valor de la familia, estable y tranquila.

Un hombre de “verdad” NO se espanta ante el paso de los años sobre su propio cuerpo y sobre el de su mujer. No le da asco ni agruras el peso, la flacidez, las estrías, las manchas o cicatrices en el cuerpo de su compañera de vida. Las valora en su justa dimensión, sabiendo que son pruebas irrefutables del paso del tiempo y de la vida que han compartido y gozado juntos.    

Un hombre de "verdad" sabe y conoce que la mujer es mucho más que maternidad, oficios domésticos, cocina y placer en la cama. Sabe que la mujer es mucho más que una cartera repleta de "chécheres sin fundamento" (pero todos necesarios y útiles).

Sabe y admira que en cada mujer, sobre todo en la de él,  hay presente un Cosmos complejo, infinito con  diversas capacidades y abstracciones, y está dispuesto a conocerla, gozar de ella y compartir con satisfacción la experiencia de caminar a su lado.



Un hombre de "verdad, verdad" ama y respeta a su madre. Admira a su padre.
Ama, cuida y consiente a sus  hij@s.
Ama, complace, divierte y conversa con su mujer....

¿Y tú, compartes tu vida con un hombre de "verdad"?

martes, 10 de marzo de 2015

El Motín

    Sencillamente esperaron... como siempre, fingiendo lo que no eran, buen comportamiento y una actitud de estabilidad y orden. En realidad,  no eran más que ociosos avezados esperando una oportunidad.  No cualquiera, "su oportunidad" para tomar control del recinto, aquel que en otros tiempos fue suyo a sus antojos  ...

"Aguaitando" con calma pasmosa, con una maldad grupal, innata y permanente, utilizada solo para sus ruines intereses...asi permanecían,  de modo velado y cínico esperando....cual la muerte, que no se sabe a ciencia cierta cuando llegará pero siempre está latente.

En "stand by" solo con una meta en mente: Aprovechar un quiebre en las defensas, en los niveles de seguridad y retomar sus intenciones de escapar en el momento preciso.


Con paciencia.
En silencio. Compartiendo los integrantes del subersivo grupo, miradas cómplices y sonrisas maquiavélicas. Conocedores, en el fondo, que de un momento a otro tendrían su oportunidad....

Se aprovecharían de su  ya ganada fama de "de reos colaboradores y de confianza" y estarían alli prestos a atacar justo cuando las  defensas flaquearan, dejando expuestas y rompiendo así las supuestamente infranqueables barricadas...

Era cuestión de tiempo, agazapados... como fieras al acecho. No descansarían hasta lograr salir de esta cárcel impuesta hace siete años atrás.

Cárcel que no pidieron, que detestan y no necesitan.

Que en cierto modo les impiden ser quienes realmente son.  Antier libres, déspotas, haciendo de las suyas a sus anchas, tomando lo que desearan cuando lo desearan, pisoteando sin discreción si hacia falta, quitando del camino a quien incomodara, utilizando a las personas, manipulando situaciones, provocando daño, gestando traiciones, juegos macabros, pérdidas de tiempo, haciendo nacer desencantos, sufrimientos y  mentiras con alcanzes, valga la redundancia, inalcanzables....

Y aquí están,  todos,  sometidos, presos, deseosos de explotar y tomar el control de aquel lugar que ayer fue suyo y que hoy solo habitan como meros expectadores, cautivos de pies y manos, con sus bocas herméticamente selladas con gruesos "tapes" y en el mejor de los casos... sedados... totalmente obnubilados.

Recordando con nostalgia los años de caos, conquistas, entuertos.... lo mucho que gozaban sumergidos en lo malo, en lo destructivo cuando este lugar y todo cuanto emanaba de él  era solo suyo, sin límites, sin reglas, y sobre todo sin ningún tipo de metas ni dirección. Cuando solo cabía el espacio para la diversión y lo insano.


Todo era cuestión de tiempo, de espera y paciencia...

Su oportunidad llegaría.

Un evento, un olvido, una provocación, una situación estresante, un pensamiento sin control o intrusivo y se encendería la "chispa" y con ésta caerían por su propio peso las odiosas paredes que hoy separan aquellos compartimentos..
Y así sucedió... Lo malo tiende a repetirse...
Y luego de  siete años "confianza le ganó a malicia" y se suavizaron las normas de control y seguridad.

El procedimiento habitual, la rutina varió y con este desliz tomaron control de su mente. Inadvertidamente, como una borrasca cae sobre un terreno descarpado, tirando a su paso con fuerza inaudita rocas, tierra y escombros.

Y salieron como gacelas insanas los más aberrantes sentimientos, sensaciones y pensamientos hasta hoy atrapados y bajo buen recaudo en la mente.  El efecto mágico de la medicación cesó por solo un momento y fue así que  la Ira, transformada en Agresión y Crueldad se hizo líder del grupo, señalando el camino hacia la tan anhelada libertad. Guiándoles sin demora a tomar todo cuanto pudieran en la huida!

La auto compasión, junto a sus amigas de celda, la inseguridad y la dependencia se unieron al grupo en esta última encrucijada....

Era "ahora o nunca" gritaban la Impulsividad y la Compulsión, presurosas por volver a las viejas prácticas, repetir emociones ya conocidas que hace tiempo, y malamente a la fuerza,  dormían en este enclaustramiento....

Mientras el caos reinaba, el Miedo y la Tristeza observaban escondidos y apáticos desde una esquina de la mente, preguntándose si la intentona de fuga resultaría un éxito. Si esta vez las cosas terminarían mejor que hace años atras, si se les unian o esperaban quietos... Decidieron ser prudentes, más que nada por su característica inacción que por otra cosa, y esperar a ver cuanto duraba el motín y los alcances de sus estragos....

El Líder, la Ira, convencía al grupo de irreverentes  a seguir, a tomar control total de la mente y del cuerpo del cual erán en un tiempo pasado huespedes deseados y ahora, hace años, presos resentidos.

Al descubrir, que el Miedo y la Tristeza no se unieron a la revuelta y el caos, los tomaron de rehenes, sometiéndolos a horribles torturas y aberrantes situaciones.

Entre tanto, todo en ella sufría, con las explosiones de Ira incontrolable, presa de un torbellino de emociones ya olvidadas y ahora presentes con una furia y fuerzas  incontenibles.

Fuera de control destruía todo a su paso.

Ofendía. Agredía. Lesionaba. Gritaba, hería y se hería sin control cual río fuera de su cauce, tal como una cabeza de agua, pero sin ella.

Los amotinados se sentían victoriosos... fuertes e invencibles.

Los "flashbacks" traumaticos danzaban por doquier, por toda su mente dejándola sometida a sus desenfrenados desvaríos una vez más... deshecha, a su merced, bajo sus nefastas influencias...


...  y allí estaba ella, sin poder contener tanta negativa emoción, tratando de poner un alto a su vacío, a la oscuridad que luchaba por colarse en todo su ser.

La Ira se regodeaba orgullosa,  cuando dentro de las nieblas de aquel lugar caótico se logró vislumbrar un atisbo de esperanza.

Llegaba decidida y presurosa la Resilencia a poner orden en tan desenfrenada situación. Y se posesionó del lugar, levantando el polvo, saneando las heridas, por lo menos de modo momentáneo.....

Y detuvo la miseria en la que la mente y el cuerpo se encontraban inmersos.

Pausas, cansancios, suspiros de quietud y miedo.

Superada la crisis solo queda la incertidumbre y la verguenza de ver los estragos causados, las heridas provocadas y las miradas de decepción y miedo en aquellos que te aman.... que te aceptan, que te extrañan...

Es hora de recoger los escombros.
Pintar la casa.
Continuar la vida.

Reconstruir heridas y ganarse la confianza, una vez más, de aquellos que visitan tu espacio sin saber que tienes rehenes en tu propia mente.

Rehenes que de cuando en vez se rebelan y amenazan con destruir tu mundo exterior, tu fuerza y tu estabilidad.