jueves, 22 de enero de 2015

La cita.

Luego de tantas negaciones, vacios y distancias entre ambas, decidió enfrentarla.

Nerviosa e inclusive apática se preparaba. No era algo que deseara hacer, pero "tocaba". Ya no podía dilatar este asunto. Sabía que no sería fácil enfrentarse a ella, mucho menos soportar tenerla tan cerca, sintiendo aún tanto dentro de sí. Pero debía hacerlo!

Y es que una mezcla de orgullo, amor propio y curiosidad rondaba su cabeza... por pura dignidad iría. Se sentaría y escucharía, con todos sus sentidos a flor de piel, todas esas verdades que según "esa mujer" tenía por decirle.

Al trago amargo, pasos largos!!!

La preparación fue tortuosa, lenta e inquietante. No sabía que ponerse. Si total, todo  le quedaba mal!. No en este día específico, sino siempre....Deseaba dar la mejor imagen de si misma, atraerla, de hecho, seducirla, pero en el fondo se sentía insegura, fea, poca cosa y lo peor, errática!!!...inmersa en un bache del cual no sabe salir sin la ayuda de "aquella"...


Sabía que con seguridad sería un mal momento.Se atrevería a  apostarlo con cualquiera, pero por lo menos, acudiría. A pesar de ello, estaría alli.

Que no se dijese que tuvo miedo, que evitó dicho encuentro. Acudiría a pesar de todo, radiante cual reina. Cubriendo cualquier detalle que delatase sus imperfecciones, dibujando su mejor sonrisa. Aquella practicada infinidades de veces y que a todos engaña e inclusive a un par enamora. Que la hace brillar aún cuando por dentro todo en ella es oscuridad mezclada con una inseguridad galopante.

Se apresuró. Recordó lo puntual que era "aquella" y no la deseaba hacer esperar. No hoy.

Corrió a la cita, con el corazón en la mano, llena de expectativas y con un sentimiento premonitorio de pérdida, de inevitable derrota.  

Convencida que tal vez volvería sola y deshecha, pero era mejor la certeza de saber ... de conocerse perdedora, que aquella incertidumbre silenciosa que la volvía loca desde hace algún tiempo.

Entretanto, pensaba en sus posibles argumentos de defensa. En qué diría cuando se sintiese mal, cuestionada o juzgada. En cómo saldría airosa cuando aquella mujer intentase humillarla al sentirse superior a ella o peor aún, burlarse de sus tan obvias debilidades, inseguridades y defectos. Se conocían bien, de hecho, en exceso. Sería fácil lastimarse si se lo proponían o si se descuidaban. Podrían destruirse en segundos al escupirse en sus caras sus sendas verdades o sus más vergonzosos secretos.

Pensaba que esta situación era realmente injusta, absurda casí perversa y que la vida, sin motivos, se había ensañado contra ella..

Contra ella que siempre la cuido, al punto de no perderla de vista!  Nadie la conocía más ni mejor que ella. Se entregó de manera profunda, sin cuestionamientos. Solo se dedicó a apoyarla, a ser su sombra fiel, aún más alla de la oscuridad...y...  la amó, de hecho aún la amaba con todas sus fuerzas... Aún sentía esa necesidad de besar cada paso que daban sus pies...

Tal vez, fue precisamente el amor, el dárselo en demasía que lo arruinó todo... Se sintió adorada, única y tan segura de si misma, que ahora, empoderada, solo pensaba en volar, en huir de ella... en alejarse, dejando todo cuanto las unió atrás.                 

Ella lo evitaría! Quería atraerla una vez más. Esta sería la definitiva! Sin dramas ni coacciones.  Ya no habrían más intentos, chantajes ni ruegos.

O regresaba con ella o derrotada con las manos vacías...

La seduciría de manera tal que no pudiese escapar más.

La haría entrar en razón, le recordaría que ellas dos realmente son una.

Una sola historia. Un solo caminar. Un solo sentir...

Que son ambas, unidas, un solo ser infranqueable, indisoluble! Como antes, cuando rondaba el caos y el amor: permanentes, continuas y eternas.

Si insistia en dejarla, y solo en el peor de los casos, aniquilaría su esencia, degradándola... Sabia muy bien cómo hacerlo... Anteriormente le había resultado.

Entonces se atrevió a soñar: "Todo volvera a ser como antes", Afirmó, intentándo convencerse que así sería.

En definitiva, esa era la única esperanza que le quedaba!. Convencerla. Conquistarla. Manipularla.

El punto cierto es que era de ella. Es lo único que importa, que sabe y por lo cual lucharía sin ningún tipo de racionalidad. Como siempre! Como habían actuado juntas en todo momento, con pasión, con exageración y sin diques a los cuales aferrarse, sin importarles el qué dirán. 

Acudió a la cita.
Lo vaticinó y no erró: Ya ella la esperaba con su inseparable taza de café, a medio llenar, con más leche que aroma... Confiada, tranquila, desenvuelta... Se veía deslumbrante, con una seguridad extrema. Serena, radiante. Podría decirse, feliz!!! Feliz, sin ella.... y le dió celos, rabia, envidia.... Se frustró al verla así, tan lejana, imponente e inalcanzable... segura de sus nuevos pasos, pero sobre todo y a su pesar, sin ella!

Se saludaron de modo social. Qué más da!  Ella tímida, temorosa... ansiosa de escuchar nuevamente su voz, observar sus gestos, tocar su piel... de estar realmente dentro de ella, como antes, cuando eran solo una esencia y se pertenecian.
Lamentablemente de "aquella" no sintió ningún tipo de reacción a su favor. ¿La habría olvidado?
No hubieron abrazos ni caricias ni miradas de lástima o compasión.

"Aquella", otrora dependiente, ahora lucía desafiante, segura y altiva. Y si ésto pareciese poco, se atrevió a indicarle que guardase silencio y solo se limitase a escuchar... Que tenía mil palabras por decir y no repetiría absolutamente nada.

Solo existía en aquella determinación... 

Y se observaron detalladamente y aprovechó para recorrer de manera asustadiza cada centímetro de "aquella".  Repasó su cuerpo, sus  recovecos y montañas, lo profundo de sus ojos, lo delgado de su espalda hasta llegar a las ciénagas insospechadas de su alma.... Presentía que sería ésta la última vez.... que no volvería a perderse en sus hondanadas nunca más...

Y obedeciendo se sentó frente a "aquella". En silencio.  En espera de lo que sea, un gesto de lástima... un suspiro de nostalgia... la despedida temida. El desenlace no deseado.

Y la escuchó con temor... negándolo todo y con dolor empezó a caer en cuenta que ya no la querían. Que la alejaban... Que su historia llegaba a su fin. Que aquella había decidido unilateralmente  cambiar de dirección y no caminar más a su lado. No la llevaría ya de su mano. De hecho, la despreciaba  con una fuerza hiriente. La desconocía! Aquella, antes complaciente de modo enfermizo, hoy la negaba con vehemencia!

Y siguió allí, en silencio, absorbiendo el recital de sus absurdas razones. Múltiples, casí infinitas.... del porqué la dejaba, del porqué abandonaba su relación sin ningún tipo de duda o lamentos...Sin cabida a vacilaciones!

En silencio escuchó aquello. Aquello que le destrozó el alma.
Sentada frente a "aquella" que amó y hoy la deja, que  la abandona a su suerte...

En silenció continuó, sin defensas, sin nada que decir... Observando como "aquella" que amó se aferraba a la vida con otros ojos, con nuevo enfoque: perdonándose, amándose y regodeándose en la ahora desconocida  mujer que le atraía... revelándole el nuevo tipo de mujer que quería en su vida y en la cual, ya no estaba incluida ella.

En silencio, se desvaneció... No hubo necesidad de irse... Ya no era bienvenida ni deseada, mucho menos esperada... así que se convirtió solo en humo... sin peso ni forma... perdió su fuerza. Se esfumó su presencia...Sencillamente desapareció al no sentirse necesitada.

Se desvaneció, solo por la fuerza de una decisión dilatada por años, observando a "aquella" a quien amó...

"Aquella", quien junto a sus divagaciones, recuerdos y secretos, acompañada solo con una taza de café, continuaba con su monólogo interno, solapado, discreto... y que con voz bajita y el cerebro abierto fue dejando atrás a la mujer que antes era y a quien también amó...dejándola atrás... Quedando fraccionada.

Ahora partida en dos, siendo sólo la mitad de la que fue ayer.  Solo la mitad, si.... pero más completa que nunca, más liviana y menos complicada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario