viernes, 14 de noviembre de 2014

Aquellas miradas....

Debo confesar que tengo una debilidad (o debo decir, habilidad o  mania) de ver a la gente desnuda, sobre todo cuando las conozco por primera vez. Es algo inevitable. NO es morbo o lujuria, sencillamente sucede. Te doy la mano y te veo en bolas, en todos los aspectos.

Desnudo tu alma, observo tu mirada, tu rostro y tu cuerpo e inmediatamente, de manera subconsciente, te coloco en una de mis dos categorias (o en ambas): Confiable ó Deseable. y ésto me sucede con todo tipo de género: mujer, hombre, trans, homo o lesbi. No discrimino a nadie, que soy lo más democrática posible cuando se trata de encuerar...

Observo y pienso, confiable. significa que me puedo acercar sin resultar herida, por lo menos no de modo intencional o consciente. Deseable, significa que mejor me ande con cuidado, porque es terreno resbaladizo que conviene mejor evitar...  

     Me detengo en los ojos del mortal que tengo al frente y con el apretón de manos, inevitablemente sucede! Tengo una obsesión con los ojos  y las miradas que emanan de los mismos. Y me sorprendo encontrando en seres físicamente sanos o atractivos, miradas de miedo, verguenza,  inseguridad, culpa y dolor. E irónicamente y en contrabalanza, como todo lo que sucede sobre la faz de la Tierra, a personajes aberrantes, traslúcidos, corrohidos por adicciones, malas decisiones o el tiempo, con luces brillantes en su mirada, con dulzura, esperanza y afecto. Los he visto con una seguridad inusitada en ellos mismos, que dudo, algún día, logre alcanzar de modo personal.

     No lo entiendo, pero así lo he visto, no una sino infinidades de veces. He aprendido a pulso que no hay relación alguna entre lo que indican tus ojos y como te sientes "realmente". Por ende, dudo mucho de esa afirmación popular, "los ojos son las ventanas del alma".... que he conocido muchos que literalmente NO tienen alma, y poseen la camaleónica mirada más enternecedora jamás vista  en mis 44 largos años...
 
Es por ésto que poco me importa tu acento o tono de voz. Me tienen sin cuidado tus títulos o educación formal (que muchos asnos andan por la calle con títulos colgando de su cuello, con cero educación emocional, lastimando por doquier a la humanidad) y mucho menos me prendo o impresiono por tus vestimentas, que lo mejor y lo peor ocurre tras bastidores en la intimidad donde no se necesitan trapos, prendas y demás, solo personalidad.... De más está el afirmar que los  bienes materiales o accesorios, grandes o pequeños, me tienen sin cuidado.....que no se si has caido en cuenta que de apariencias no se vive y nada material te podrás llevar contigo el día en que te toque partir....  

.... pero la mirada, la profundidad e intensidad de la misma, es algo que conmociona mi mundo, logrando inclusive mis desvarios.     Que me he topado con miradas que te invitan a recorrer el mundo, que te dan calor con solo posar sus ojos en ti, que te alientan e impulsan a ser mejor cada día. He tenido ese tipo de miradas a lo largo de mi vida. Las he identificado, pero no con mucha claridad ni en su debido momento, dejándolas pasar de largo y perdiéndome la oportunidad de crecer con ellas y aprovechar lo que tenian por ofrecer... errores de inmadurez y de reacciones alocadas que siempre lamentaré...

     También he convivido (las invité a formar parte de mi vida) a miradas maledicientes, amenazantes, devoradoras, fríamente vulgares.... Esas las conozco muy bien. Las descubro con íntima satisfacción (a mi pesar) a kilometros de distancia. Son las que debería evitar, son las "no confiables" pero ejercen sobre mi un encanto enigmático, casí una invitación irresistible, cayendo en la categoría de "deseables".


Hay tantos y diversos tipos de miradas que en un post no podría abarcarlas.... Las vulgares, las melindrosas, las arrogantes o desdeñosas, las apáticas, las temerosas, las dubitativas, las sensuales o al menos eso creen quienes flirtean, las burlonas, las perdidas en profundidades desconocidas, las contrarias, las ensimismadas, las inquietas,  las inquisidoras, las tristes por un final cercano buscado o inevitable,
las confiadas cual libro abierto a todo tipo de lector y trato...Hay tanto para todo el mundo....

Pero me encanta vivir solo por encontrarme diariamente esos tipos de miradas que llaman a la esperanza, a la gratitud, a la confianza, a la pureza, y que solo puedo ver reflejadas con claridad desbordante en los recien nacidos, en l@s niñ@s que no han sufrido, en las madres que aman, respetan y cuidan a sus niñ@s, en los abuelos y abuelas que han vivido bien y nada tienen que lamentar, esperando su dulce final.... y en las parejas enamoradas....

Por este tipo de miradas, vale la pena levantarse cada día con las ganas y la esperanza de que posen sus ojos en tí y te sonrian.... Por ese tipo de mirada, vale la pena vivir.     

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